29 ABRIL 2013
Desde los comienzos de la banda que no había vuelto a oír nada de esta, y recuerdo que eran sus comienzos porque también fueron los míos dentro del mundo del Metal, si, ya son más de veinte años de heavy metal por las venas, y parece que fue ayer.
Recuerdo una banda con unos peculiares toques de platillos y con unos vídeos oscuros y tenebrosos que me llamó la atención y me gustó mucho, al igual que sus portadas, pero no la seguí, quizás por su peculiar estilo y que a mí pronto me dio más por el Power Metal y similares. Pues más de 20 años después vuelvo a escucharlos y me encuentro con los primeros Cathedral, con su peculiar re-interpretación del Doom Metal, género del cual fueron referencia en los 90, con la peculiar voz de Lee Dorrian, que te hacía dudar si estabas ante una banda de Death Metal, sus toques psicodélicos y la tenebrosidad del sonido Black Sabbath o Pentagram llevada más allá de los límites.
El álbum tiene ocho temas, pocos, típico de un disco de Doom Metal, la mayoría de ellos larguísimos, típico también, todo hace pensar que la banda ha dejado atrás la experimentación Stoner de sus últimos discos y que ha vuelto a sus orígenes, y así es, lo triste es que esta vuelta a los orígenes tiene un significado, y es que la banda se despide, al parecer para siempre de la escena metálica, y como despedida nos dejan otra obra maestra, un disco contundente con el que nos demuestran que Cathedral han sido uno de los mejores en le género. Temas a destacar: "Pallbearer", "Cathedral Of The Damned", "Tower Of Silence" e "Infestation Of Grey Death".
Valora el disco.
Recuerdo una banda con unos peculiares toques de platillos y con unos vídeos oscuros y tenebrosos que me llamó la atención y me gustó mucho, al igual que sus portadas, pero no la seguí, quizás por su peculiar estilo y que a mí pronto me dio más por el Power Metal y similares. Pues más de 20 años después vuelvo a escucharlos y me encuentro con los primeros Cathedral, con su peculiar re-interpretación del Doom Metal, género del cual fueron referencia en los 90, con la peculiar voz de Lee Dorrian, que te hacía dudar si estabas ante una banda de Death Metal, sus toques psicodélicos y la tenebrosidad del sonido Black Sabbath o Pentagram llevada más allá de los límites.
El álbum tiene ocho temas, pocos, típico de un disco de Doom Metal, la mayoría de ellos larguísimos, típico también, todo hace pensar que la banda ha dejado atrás la experimentación Stoner de sus últimos discos y que ha vuelto a sus orígenes, y así es, lo triste es que esta vuelta a los orígenes tiene un significado, y es que la banda se despide, al parecer para siempre de la escena metálica, y como despedida nos dejan otra obra maestra, un disco contundente con el que nos demuestran que Cathedral han sido uno de los mejores en le género. Temas a destacar: "Pallbearer", "Cathedral Of The Damned", "Tower Of Silence" e "Infestation Of Grey Death".
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